lunes, 14 de junio de 2010

Nos ahogamos en un vaso de agua...


... porque en determinados tipos de agua intentamos ahogar las penas.
Yo lo he intentado y no funciona, lo reconozco.
Reconozco, sin embargo, que no reconozco a esa chavala del espejo y el fondo de algunos vasos me devuelve una imagen familiar, hasta que las turbulencias de mis dedos distorsionan el reflejo que creía ver.
Reconozco que la mayor parte del tiempo sobran las personas que me rodean y bromeo para no parecer tan huraña aunque casi nadie entienda mis chistes.
Reconozco que no defiendo nada con mucho ahínco porque no siento apego real por casi nada.
Entonces, cuando íbamos todos en coche y alcanzamos la zona de nubes, a pesar de que durante días perseguimos el sol, me sentí aliviada porque empezó a llover. Pensé que era bueno, porque el agua suele limpiar las atmósferas, lo mismo que el alcohol suele escocer en las heridas.

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